BATMAN V SUPERMAN ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

Fueron décadas para que los fanáticos de los cómics de superhéroes lograran ver a sus personajes favoritos en la pantalla grande.

Nunca fue casualidad que el origen de los superhéroes se vinculara a épocas en donde la humanidad se encontró en crisis de diversas índoles, sólo por recordar el origen de Superman en 1938 y los conflictos bélicos que se gestaban en Occidente europeo con las democracias totalitarias y los nacionalismos, y por su puesto la participación de los Estados Unidos.

En la primera mitad del siglo XX se orquestó la configuración de los Estados-nación a lo largo y ancho del mundo. La manera para trascender nacionalmente fue la creación de diversos valores cívicos que hicieran a los individuos tener una identidad con su país correspondiente.
Dicha época marcada por crisis no fue la excepción, la cultura generó no sólo héroes nacionales en campos de batalla, sino también personajes ficticios como el hombre de acero revestido en los colores de la bandera estadounidense.



Larga fue su trayectoria en las pantallas hasta consolidarse con la imagen de Christopher Reeve allá por los 70s puesto que su gran carisma y su gran interpretación lo mantienen hasta hoy como el mejor Superman de la historia.

Empero, las nuevas generaciones se han visto envueltas en la hegemonía que representa para los superhéroes MARVEL y Disney, ya que han hecho directa e indirectamente que DC se encuentre estancada en las gloriosas películas de Batman de Nolan. Esto sin olvidar los tropiezos que ambas industrias han tenido en la pantalla grande.

Huelga decir que después de tan gloriosa trilogía de Batman con el actor Christian Bale, la misma fórmula vino a presentarse con Man of steel, película que pasó sin pena ni gloria por el cine con un guión paupérrimo y una actuación mediocre de Henry Cavil, todo de la mano del director Zack Snyder –y más colegas– y su obsesión enfermiza por los efectos especiales.

No obstante al fracaso que representó el hombre de acero tras las críticas, Warner y DC volvieron a tener la osadía de continuar con la dirección de Snyder y depositar el tan afamado proyecto ambicioso de Batman v Superman que dará cause a la liga de la justicia.

Las expectativas por dicha película fueron vastas para esperar durante tres años su estreno en 2016. Sin embargo, la polémica se presentó tras las duras críticas que recibió la película en contraste a la opinión del público.

Es lógico a sumirse en cualquier postura, para denostar o para defender la película. Asimismo, la película nos ofrece dos maneras de mirarla; la de los críticos y la de los fanáticos.

La primera tiene cierto grado de veracidad puesto que la película pecó en exceso de poseer de nueva cuenta una trama básica, banal, y en cierto momento estúpida. De nueva cuenta apareció la muerte de los padres de Bruce para anunciar el reboot del personaje, pero ahora en manos de un actor consolidado como Ben Affleck. Inicio que muchos marcaron por controversial puesto que más tarde definiría la batalla del siglo contra el hombre de acero.

No obstante, la película puede verse claramente dividida en dos partes, bajo una trama aburrida y mal estructurada donde muchos personajes quedan sobrando como lo fue Louis Lane por citar alguno. De nueva cuenta Cavil interpreta a un Superman aburrido, sin carisma, apagado y con una actuación tan pobre que el propio Affleck pudo opacar durante todo el filme. Fue realmente impresionante ver que una secuela de Superman fuera comandada por Batman.

Cabe resaltar que el principal antagonista lejos de lucir actoralmente como un Lex Luthor que cautivara y atemorizara al espectador, culminó en lo ridículo tras su aparente parodia del Jocker Heath Ledger fusionado con Mark Zuckerberg. Y sí, efectivamente muchos dicen que es el hijo de Luthor pero eso no fue excusa para tan ridícula interpretación.

Si bien, aunque las críticas sobre la trama, los personajes y el uso excesivo de los efectos especiales, otro factor quedó fuera de muchos comentarios. Los trailers si pueden apreciarse bien develaron completamente toda la película, y tal fue el fracaso de la mercadotecnia y la publicidad que se le dio a la saga, que era una obviedad para cualquier fanático del cómic que la aparición de Doomsday anunciaba la muerte de Superman. Muerte que si fue nostálgica, también denotó la obviedad del desespero de DC por explotar a sus más grandes personajes. Para cualquier incrédulo sólo basta con observar los trailers de la película para mirar resumidamente las dos horas y media de la duración y ver a la perfección que salvo los protagonistas, todo lo demás salió sobrando.

Esto no es algo que se mantenga escondido, el fracaso publicitario y mercadológico de Warner y DC puede hoy percibirse en otra de sus películas como el Escuadrón suicida que en pleno abril del 2016 se encuentra en regrabación debido a haber mostrado de más en trailers y en volver de nueva cuenta a usar la fórmula Barman.

En cuanto a Doomsday no se puede decir más, ya todos se percataron que parecía una tortuga ninja y no dejó de ser eso más cuernos. Este personaje pudo ser mejor y su aparición pudo bastar con una sola película. Esto nos refleja que Cavil es un pésimo Superman y que tras el tropiezo de Man of steel tuvieron que reforzar el universo cinematográfico de DC con otros personajes como Batman y Wonder Woman.

De igual forma, aunque las críticas sean severas la película también cuenta con su lado positivo.
Fue un halago para los fanáticos ver tantas referencias a cómics emblemáticos que marcaron la vida de muchas generaciones, hasta las actuales; tanto la muerte de Superman como la aparición de Flash y el posible anuncio de Flash Point o Injustice. Snyder supo estudiar cómics de pies a cabeza y las películas animadas de DC que son el gran fuerte de la industria, pero pecó en demasía en estructurar una trama tan estúpida que bien puede ilustrarse con el famoso “Martha”, el uso excesivo de efectos especiales, escenas de Louis Lane que pudieron ser omitidas, entre más.

Por otra parte, vuelvo a mencionar a Affleck para felicitar la encarnación de su personaje que bien puede recordar a la serie animada de Batman de los 90s. Realmente parecía ver a aquel Bruce Wayne enorme, fuerte y con un gran mentón. Fue muy impresionante ver a Affleck y ver su resurrección en películas de superhéroes. Literalmente toda la película giró en su ejemplar aparición.
Por otra parte, se debe reconocer que si la aparición de Wonder Woman fue limitada, Gal Gadot no sólo deslumbró con su belleza, sino que encarnó a una mujer aguerrida, independiente y empoderada que le hace justicia a la mujer en el cine de súper héroes. Su aparición envestida con su escudo y su traje fue espectacular. La carencia actoral de Cavil fue anulada con la participación de Gadot y de Affleck.


Fue memorable ver a la Trinidad de DC reunida en una sola postal, a muchos fanáticos nos hizo recordar todos los anhelos que en nuestra infancia generó ver a los super amigos, la liga de la justicia o tantos cómics que nos hicieron soñar que no existen barreras para ser meta humanos. Fue grandioso ver la muerte de Superman en plena Semana Santa y observar en la película imágenes tan similares a las de la muerte de Jesucristo, o a La piedad de Michelangelo Bounarroti en aquel momento en que bajan el cuerpo de Kal-El y se lo entregan a Louis.

En síntesis, la película cuenta con una dualidad, se puede ver de manera en la que los cánones cinematográficos exigen, puesto que el séptimo arte cuenta con su propia rigurosidad. Por otra parte, la que recomiendo y que es la mejor, es admirarla como un fanático del cómic.
Hoy no diferimos mucho a la primera mitad del siglo pasado, seguimos con guerras y crisis sin parangón alguno. El espectador, o mejor dicho el ciudadano busca esperanza a través de lo que nos ofrece la fábrica de sueños. La esperanza que brindan los superhéroes que animan la vida de muchos puesto que la carga simbólica que contraen son valores anclados en principios fundamentales como la justicia, la paz, la igualdad y la libertad.

Recomiendo finalmente que para ver esta clase de películas, lo más sano y prudente es alejarse de la publicidad y de la mercadotecnia y de los comentarios de youtubers, críticos, blogueros y más, que en vez de amenizar nuestras expectativas las llevan al colapso. Puesto que gracias a esto la película ofreció mucho y quedó a deber.

Tanto Superman como Batman son los favoritos de muchos y lo seguirán siendo. Ojalá las próximas entregas puedan resarcir las fallas ya cometidas.

Como fanático de estas sagas puedo decir que es una película muy polémica y que desafía los cánones cinematográficos. Lo mejor de todo esto es que el espectador es aquel que le ha dado un gancho al hígado a dichas métricas rigurosas, de la misma manera en que Warner y DC le lanzaron un gancho al hígado a Civil War con la posible muerte del capitán América.

Por Gerardo Lozz