Cuando el sol se acaba; la vida termina, la esperanza marchita.
No queda más que la posibilidad; el cambio, la apertura, el hacer.
Cuando el sol se va, las nubes no incendian al cielo,
la luna se pierde, desaparece lo hecho,
lo que es, deja de serlo y se convierte en nada; de uno y de otro por fin sin serlo.
No queda más que la posibilidad; el cambio, la apertura, el hacer.
Cuando el sol se va, las nubes no incendian al cielo,
la luna se pierde, desaparece lo hecho,
lo que es, deja de serlo y se convierte en nada; de uno y de otro por fin sin serlo.
La vida termina sin posibilidad, el sol ya no nace del cielo,
el cosmos profesa agonía, angustia y melancolía,
lo que queda atrás se desvanece, el presente mítico se desmorona y, si no hay un acto entendido por saber ser, desaparece todo.
Porque la vida no es vida sin sentido, lo sensible no es estético, y lo bello es decadente.
Sin acto, sin posibilidad, se retorna a lo mismo, lo trágico y perpetuo. Lo maldito.
Vida o muerte; luz o sombra, dialéctica maldita que envenena el pensamiento,
humanidad sin hombre u hombre sin humanidad,
retórica de la existencia que, sin lo esencial “el Suicidio” se presenta como posibilidad.
el cosmos profesa agonía, angustia y melancolía,
lo que queda atrás se desvanece, el presente mítico se desmorona y, si no hay un acto entendido por saber ser, desaparece todo.
Porque la vida no es vida sin sentido, lo sensible no es estético, y lo bello es decadente.
Sin acto, sin posibilidad, se retorna a lo mismo, lo trágico y perpetuo. Lo maldito.
Vida o muerte; luz o sombra, dialéctica maldita que envenena el pensamiento,
humanidad sin hombre u hombre sin humanidad,
retórica de la existencia que, sin lo esencial “el Suicidio” se presenta como posibilidad.
Gerardo Lozz.
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